Taller Metro
Cuadrado
La
actividad Metro Cuadrado en el marco del Laboratorio Conexiones, fue una
iniciativa de la Fundación Divulgar y la Gobernación del Atlántico que busca explorar
los talentos del departamento para fortalecer los procesos artísticos y
entablar miradas convergentes de lo que hoy en día están realizando los artistas
y las personas interesadas en el arte en el Atlántico.
En
una jornada de 6 horas se realizó este taller con la conducción del curador
Jayder Orsiny, donde fueron visibles los procesos de artistas como Stefany
Castillo, Dylan Altamiranda, Dolly Vargas, Marlene Oyola, entre otros; un ejercicio
que consistía en realizar en un
Metro Cuadrado (1 m2) una exploración artística con objetos, pintura y demás
cosas encontradas en el lugar o previamente recopiladas que dialogaran con el
espacio del Museo del Atlántico, ubicado en el centro histórico de Barranquilla.
La propuesta
Delimitar una
propuesta artística en medidas previamente dadas no es tarea fácil, pues se
necesita de mucha creatividad e imaginación para indagar el contexto, espacio,
materiales y técnicas de expresión. “Metro cuadrado” esquematiza estos diálogos
en nuestro entorno regional.
En el
caso de Stefany Castillo, encontramos a “Cenotes” que nos remite a los sitios
de sacrificio donde depositaban cuerpos de personas, animales y objetos en la cultura maya que son descontextualizados
y en un juego de colores Amarillo, Azul y Rojo nos enfrentamos a nuestra propia
realidad socio cultural donde persiste la memoria y olvido.
Cenotes. Stefany Castillo. Instalación. 2015
Para esto la
artista escogió un cuarto abandonado del
Museo del Atlántico, que parecía ser el lugar de trabajo de un obrero, ya que
se podían observar unas botas, camisas sucias de cemento, tanques de pintura, varillas, láminas de icopor, bultos de
cemento, entre otros herramientas de trabajo propios de esa labor. Este lugar
fue precisamente seleccionado por Tefy
Cast (seudónimo de la artista) porque se encontraba en estado de abandono y casi
invisible para la comunidad, medía
aproximadamente 4 x 4 metros y tenía una
ventana de madera y una puerta de rejas que estaba cerrada con un candado y
brindaban luz al cuarto. Fue en frente de la puerta de rejas el sitio donde
acomodó Castillo 20 bolsas ziploc con colorante mineral amarillo, azul y rojo
que estaban tendidas en el piso, y tenían en su interior fotografías y objetos
recopilados por la artista.
“Lo que me
importaba con este ejercicio aparte de destacar
el contexto en el que estaba, era la percepción que tenemos del color, las miradas de lo que relacionamos con los
colores de nuestro tricolor. El amarillo para muchos es poder, para otros el color
de la orina, de la gasolina; el azul el color del agua de los mares,
riachuelos, lagos, fuentes o el tono del cielo; el rojo la sangre, en fin
infinidades de cosas, pero creo que influye mucho estar dentro de una bolsa
plástica ziploc que son utilizadas para guardar objetos y que a su vez está
llena de agua. El agua creo que es el elemento más importante del ejercicio
junto al color pues es símbolo de vida y muerte, la memoria siempre ha jugado
un papel fundamental en mis propuestas” señala Stefany Castillo.
Entre otros
procesos encontramos al “Mapa Minado” que descontextualiza el popular “juego de
uñita” y lo transforma en el de guerra. En el mismo soporte Dylan Altamiranda
con “No Botar” recopila hojas, flores y semillas que están regados alrededor
del jardín y los acomoda selectivamente, su propuesta es una reflexión sobre
los recursos naturales. Por otro lado Henry Navarro muestra carteles en alto
contraste sobre el Lago del Cisne, que está siendo afectado por una sequía
devastadora.
"Mapa Minado"
No Botar. Dylan Altamiranda, 2015
Henry Navarro. Fotografía en alto contraste. 2015
Mientras tanto en “Clase
Obrera” de Wilberto Pérez, sellos
de hormigas ofrecían al espectador una
mirada crítica sobre la situación actual
del trabajador inalcanzable que se ve afectado por la sociedad que lo pisotea y
denigra su labor. Otra propuesta es la acción performática “Círculo de hormigas”
donde el artista se sitúa en medio del
papel a la espera de hormigas que circulen alrededor de él, para luego
rodearlas con pintura como introduciendo en el círculo o “rosca” aquellos seres trabajadores. Al igual que
Gladys Molina con “Prohibido no untar”
que busca tentar al espectador con “la mermelada”.
Clase Obrera. Wilberto Pérez. Pintura. 2015
Circulo de hormigas. Acción Performática. 2015
Prohibido no untar. Gladys Molina. Instalación. 2015
Finalmente,
Marlene Oyola con “Proyecto Lim” explora los límites de la imaginación y utiliza las nuevas tecnologías para expandir
ejercicios infantiles donde se exhibe la libertad de los niños a la hora de
crear imágenes y rompe con el esquema ilusorio.
Proyecto Lim. Marlene Oyola. Video Instalación. 2015
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