Días para morir
Una noche envuelta
en sábanas blancas
sintió Eva el palpitar contraproducente
de Aquel por el cual
ha estado viva
sus últimas dos semanas.
Como se había pronosticado
¡el día llegó!.
Tan solo Aquel
sigiloso entendía,
por qué su mirada inocente apagaba
poco a poco
sus cortinas
culminando el eclipse que inundaba el cuarto.
Sus manos se desprendían con sutileza,
mientras una
percepción psicodélica
noqueaba su respiración.
Un leve suspiro
brotaba de sus adentros
como el líquido fluctuante
que caía
al suelo
acabando
con su última fuerza
su último aliento
su ineludible impulso
de dar más.
Aquel día de abril
Aquel se la llevó
Eternamente
Eva, pálida y roja,
toma impulso y de nuevo emerge un sollozo
esta vez con más fuerza con más brío.
Abre sus alas desprendiéndose
en pedazos...
se libera
toca el cielo y el infierno
pero solo las estrellas
y el fuego
puede contemplar.
Agonía y dolor
expresión que Eva solo puede experimentar.
Tiempo después
de ese episodio
Eva recuerda
ese día donde moría
donde ascendía
al más allá
con solo Aquel designio divino o maligno
que advirtió hacer temblar sus pálpitos
una y otra vez
hasta verse desahuciada derramada y yacente
en su habitación
de invierno.
Por: Stefany Castillo Vargas
Estilo y Corrección: Ensuncho De La Bárcena
DENTRO
Siento frío
Mi cabeza estalla
Llama el calor
El calor embriaga.
Busco una respuesta en mis dedos,
Que danzan en el aire,
los huesos tienen miedo,
no te hacen ser estable.
Pienso y siento,
algo pesado está dentro,
encorva mi cuerpo,
me hace ser niña de nuevo.
¿Un anfibio sin agua?
¿un mamífero sin tierra?
¿un humano sin aire?
¿Dónde está todo?
¿Cuándo lo perdimos?
¿Quién se lo llevó?
¿Estoy aquí?…estoy dentro…
Dentro de ella.
Y por más que intento,
No puedo salir.
El espacio está cubierto,
De un humo exponencial.
Respiro y me muevo poco
Como en vientre maternal.
¿Y dónde estás tú?
¿Dentro de otra?
Por: Stefany Castillo Vargas
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